Los beneficios del ordenador.

Está claro que los ordenadores por si mismos no son instrumentos educativos, su beneficio depende necesariamente de la manera en que sean usados, pero lo que si está claro es que el uso adecuado del ordenador ( y las nuevas tecnologías en general) podría resolver muchas de los problemas que padecemos en el ámbito académico actualmente y ayuda a los alumnos con dificultades de aprendizaje a mejorar.

¿Pero por qué?… Básicamente porque los alumnos de hoy en día viven con la tecnología, han nacido con ella y su forma de aprender y entender del mundo está condicionada por ella… por eso también su forma de aprender.

CUALIDADES POSITIVAS DEL ORDENADOR:

  1. Son divertidos
  2. Pueden adecuarse al ritmo del alumno, tanto a los más motivados como a los no tanto.
  3. El niño no sentirá miedo de equivocarse ni se sentirá avergonzado.
  4. El ordenador no se cansa, no castiga, ni son impacientes…
  5. Se pueden programar para ser mucho más completo e interactivo que un libreo de texto.
  6. Fomenta en le alumno el deseo de aprender, experimentar, el pensamiento creativo, emprendimiento y curiosidad…

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Es deseable que el niño use esta tecnología sin un excesivo trabajo individual ya que le ordenador como el libro, son tan importantes como jugar a la pelota, a las casitas o al piso…

Las nuevas tecnologías si se enseñan a usar como herramienta de trabajo, se convierten en estupendos complementos y/o guías para aprender. Sino es así, se convertirán en fuentes de distracción que aportan al niño de al realidad, de sus compañeros y se transforman en drogas que envenenan el desarrollo cognitivo del menor.

POR QUE ES BUENO PARA EL NIÑO CON TDAH:

  • Es el alumno el que podrá elegir el modo de recibir la información.
  • Es un método interactivo.
  • Reciben recompensas directas a sus logros.
  • Funcionan como maestros personalizados.
  • El alumno puede pedir que se expliquen las conceptos desde otro punto de vista.
  • Uso del hipertexto.
  • Pueden desarrollar simulaciones.
  • Los niños podrán usar el ordenador interactuando, simulando, contratando, criticando…
  • El ordenador ofrece la posibilidad de consultar con infinitos expertos sobre alguna materia.
  • Fomenta el aprendizaje personalizado e individualizado.

Pero si es cierto que los niños no pueden usar estas tecnologías sin supervisión de un adulto y mneos aún los niños que padecen TDAH porque no controlan el tiempo, ya que el ordenador debe usarse para las cosas adecuadas teniendo siempre presente que no es  un juguete ( al igual que tablets o móviles) aunque se pueda jugar con ellos.

¿Qué hago mal?

Cuando tenemos un hijo con alguna dificultad, ya sea TDAH u otro trastorno, a los padres siempre nos queda un sentimiento de culpa o de desahazón porque no estamos seguros de si lo estamos haciendo bien o no.

Y es normal, como humanos que somos tenemos que ser conscientes de que todo no lo hacemos bien, pero más allá de quedarnos en la duda o la preocupación debemos actuar y plantearnos esta pregunta que hoy lanzo…. ¿qué estoy haciendo mal?¿cómo puedo mejorar?

La verdad es que los padres de hoy en día estamos en una situación difícil porque antiguamente con una torta o una «buena zurra» se «arreglaba» el problema: ahora escuchamos voces disprares de psicólogos, pedagogos, educadores… unos nos dicen que tal y otros cual…¿pero entonces que debemos hacer?

Me parece buen comienzo plantear lo que hacemos mal para sacar desde ahí la conclusión de lo que hacemos divinamente y lo que debemos mejorar. Lo podemos analizar en el ámbito social o de iguales, familiar y de escuela.

tabla comportamiento

Debemos reflexionar sobre ello con tranquilidad, sin miedo, siendo consciente de que a veces hay que pedir ayuda para poder controlar determinadas situaciones y que la mayoría de errores que hayamos cometido se pueden arreglar.

No nos podemos sentir culpables por no saber somo controlar una rabieta, o no poder ayudarle con los deberes porque estamos trabajando, o no poder estar con él /ella más tiempo, o porque no tenga amigos… Lo importante es adaptarnos a la vida y el tiempo que dispongamos para estar con ellos que sea fructífero y de calidad, al igual que nuestras enseñanzas.

Así que este fin de semana a reflexionar de forma individual y en familia: usar la comunicación y la empatía, y como base el cariño suele funcionar. La semana que viene analizaremos lo que hacemos bien.

¡¡¡¡Quererse a uno mismo es lo principal!!!!

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Esta es la condición básica para ser feliz y hacer feliz a los que nos rodean, por eso es fundamental enseñar a nuestros hijos a querese a ellos mismos tal y como son, y ya de paso a emplear nuestras enegías en amarnos mucho a nosostros mismos también. Así que vamos a dar una serie de consejos:

  • Lo primero y más importante que tenemos que interiorizar es querer a nuestros hijos como son, con sus fortalezas y debilidades. Por eso no debemos modelarlos para que lleguen a ser como nosotros queramos,  o que hagan o sean lo que a nosotros  nos hubiera gustado ser:tan solo debemos acompañarles y decirles como debe hacer las cosas, respetando por supuestos sus decisones personales ( no se nos olvide que nuestros hijos «no son de nuestra posesión»).
  • Hay que premiarles por sus esfuerzos más que por las resultados obtenidos para que aprendan que siempre que nos esforzamos no obtenemos los resultados esperados y que los mejor es no hundirse e intentarlo otra vez porque el esfuerzo siempre tiene sus recompensas, y que su familia va a estar respaldando y cuidando .
  • Tenemos que demostrarles con palabras y gestos que los queremos, nos importan y queremos estar con ellos ( no hay nada peor para un niños que pensar que sus padres no los quieren).
  • Es importante que hablemos con ellos con franqueza y sientan que lees apoyamos en todas sus decisiones y vamos a estar para ayudarles en todo. Este es un aspecto importante porque debemos ayudar sin sobreproteger y lo mejor es actuar sólo cuando el niño lo pida o cuando veamos que es estrictamente necesario: el tiene que resolver sus propios problemas para aprender y sentirse capaz.
  • Tienen que asumir sus riesgos conforme a su edad, así que si son pequeños tiene que probar a subirse al tobogán más alto del parque ( con nuestra supervisión) y si son más grandes querrán usar el horno o cortar con el cuchillo: en vez de negárselo o asustarnos ( y asustarles) deberemos dejarles hacer con nuestra ayuda a modo de juego.
  • Es indispensable proporcionarles un hogar seguro, acogedor y tranquilo, donde le afecto y el respeto sena la tónica general. El establecimiento de hábitos y rutinas que el niño debe aprender le hará ser mas independiente y por lo tanto se sentirá más válido y feliz.
  • Otro punto a cuidar es el de las relaciones sociales, son muy importantes para todos los eres humanos así que enseñar habilidades sociales y fomentarles: el niño tiene que sentir que pertenece a un grupo y que es importante para él. Debe sentirse miembro de su familia ya que sus opiniones en ella cuentan, se escuchan y se eligen sus deseos. Tenemos que enseñarles a valorarse a si mismos como personas únicas y valiosas, con u cuerpo único que no se debe comparar al de nadie, y por lo tanto que no es ni mejor ni peor, que tiene partes más bonitas que otras pero todas valiosas y aceptables.
  • Hay que fomentar los pensamientos positivos ( sobre ellos y lo demás) y enseñar que las cosas malos o buenas “no llegan”, ocurren por determinados asuntos y que las cosas malas son circunstanciales “ estoy enfermos pero pronto mejoraré”, “ soy gordo pero de mayor estaré más delgado”, “me cuestan las mates pero si me esfuerzo tendré buenas notas”. Con estos pensamientos conseguiremos que el niño no asuma como propias circunstanciar eventuales que pueden cambiar con facilidad.
  • Y sobre todo hay que enseñarles a pasarlo bien, a disfrutar del aire libre, la naturaleza, los momentos de relax…. Solos y en compañía. A tener hobbies y a ver la vida como algo maravilloso, pero para eso lo más importante es que los adultos aprendamos también a ver u a sentir la vida como algo bueno y excepcional.

¿Qué clase de padres sois?

Educar es una tarea que no parece tan complicada hasta que nos toca la desbordante tarea de intentar enseñar algo a alguien ( independientemente de la edad), y si hablamos de educar, apaga y vamonos. Claro está que educar desde el miedo y la amenaza es mucho más sencillo para el que emprende la tarea, que educar de una manera asertiva, pero eso es lo que nos va a diferenciar ( seamos padres, docentes o ambos) de ser buenos padres/maestros y de que nuestros niños nos quieran y nos estimen de una manera sana.

Educar y enseñar a un niño con TDAH es una tarea dificil (no nos vamos a engañar), es una lucha continua en la que la mayoria de veces el sistema ( por desgracia) no colabora porque el ser diferente en esta sociedad no se acepta, y la implicación de todas las partes que rodean al niño no se unen para aunar fuerzas y luchar por un objetivo común.

Existen varios estilos de padres y educadores, ( autoritarios, sobreprotectores, evitativos, formadores y en los casos más extemos los «ausentes»): depende del estilo que sigamos a la hora de educar tendremos niños miedosos, dependientes, con mala autoestima, agresivos, complacientes… o bien niños valientes, autónomos, luchadores y creativos, que a su vez tienen excelentes notas, seguros de si mismos, sosegados y responsables. Estos últimos son lo que yo quiero (sin duda alguna) pero para tener hijos o alumnos ( o en mi caso los dos)»modelo» nosotros mismos tenemos que ser eso, modelos para ellos.

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«Mi niño es que es muy malo ,y además es listo pero muy vago», esta es la frase que más escucho y con la que más me indigno: lo primero es que tu niño tiene TDAH y es hiperactivo ( no malo) y lo segundo es que si en casa no establecemos hábitos de estudio el niño no va a trabajar porque tú le digas que tiene que hacer los deberes, cuando nunca ha hecho nada en casa ni te ha visto  ni siquiera coger una revista para ojearla, y menos si además el maestro en el cole le dice que todo lo hace mal y es muy lento trabajando.

«Tenemos los niños que nos merecemos» en casa y en clase si somos educadores: debemos ser padres y maestros asertivos, implicados en la educación de los pequeños (sobretodo si tienen TDAH), ejemplos de buenas conductas y transmisores de valores y hábitos, adultos responsables que valoremos al niño según sus capacidades y sepamos reconocer su potencial, que en vez de castigar o gritar enseños a reflexionar y a aceptar la vida como un reto sin miedo, compañeros de alegrías y penas, y personas a las que pedir ayuda en cualquier momento y circunstancia. Además es muy importante hacer ver al niños que todos somos especiales y diferentes,y son esas diferencias las que nos hacen ser únicos: tener TDAH no es un problema especial hasta que nosotros mismos lo convertimos en una tara.

Si todos hiciéramos esto (o por lo menos lo intentásemos) la cosa nos iría mucho mejor: un padre o un maestro que usa el castigo continuado, la descalificación como método, el aburrimiento como rutina y el insulto como vocabulario básico tendrá un problema en casa o en clase: sus niños no le querrán, no le respetarán y además no aprenderán nada.

Los niños necesitan ayuda pero no por esto son seres inferiores, ni ignorantes ni desvalidos… son personas » en construcción», todos con sus habilidades y carencias, pero todos igual de válidos: si un niño fracasa no será por ser él el poco válido, sino por ser víctima de maestros y padres poco capaces.

Para poder educar bien a un niños con TDAH ( o con cualquier otro trastorno) es necesario ESTUDIAR dicho trastorno para así comprender bien a esa persona y saber cómo se le debe tratar y enseñar…. seamos maestros, profesores o padres porque se supone que lo más nos importa es ayudar a crecer a estos niños y que sean adultos sanos.

No sé cómo castigarle ni cuándo…

Establecer un castigo es algo que parece muy simpple pero no lo es, porque tenemos que tener en cuenta varias cuestiones , de tal modo que vamos a hacer un reumen sobre qué actitudes castigar y cuáles no:

NO CASTIGAREMOS:

  • Cuando el niño se equivoque o haga una tarea mal porque su ejecución le resulte difícil, porque quizás esa tarea requiere habilidades básicas que el niño aún no ha adquirido.
  • La rabieta o el mal comportamiento sea producto del cansancio o de enfermedad ( por ejemplo si tiene fiebre o le duele algo), es mejor preguntar qué le pasa y abrazarlos para consolarlos.
  • Cuando mediante el lloro o la queja exprese malestar psicológico ( pena, ansiedad, MIEDO..).
  • Si no se termina todo el plato porque a veces les damos raciones de comida demasiado abundantes para la edad y actividad física del niño, o bien puede sentirse enfermo y no tener apetito: no hay que obligarle a comer demasiado.
  • Si  se comporta de forma inadecuada y nosotros no le hemos explicado antes lo que se debería hacer, o tiene el hábito bien asimilado como por ejemplo la hora de irse a dormir ( eso es una tarea de los padres).
  • Cuando no pare quieto, ya que es algo vital para los nños/as hiperactivos el poder moverse ( ellos no pueden controlar ese comportamiento como nosotros no podemos controlar por ejemplo el deseo de rascarnos).

Bueno ya sabemos cuando si hay que castigarle… pero ¿cómo lo hago? Lo mejor es utilizar el sistema del castigo negativo, es decir, el de pérdida de privilegios.

 

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CÓMO CASTIGAR:

  • Usar un tono de voz firme, sin chillar ni demostrar al niño mediante nuestra expresión corporal que estamos muy enfadados.
  • Usar frases cortas y directas como «eschúchame» o «para un momento».
  • No herir los sentimientos del niño con insultos, adjetivos peyorativos, descalificaciones ni golpes.
  • No asociar el comportamiento realizado con cualidades del niño, ni usar frases como «eres igual que tu padre/madre….», porque eso hace que el niño interiorice que es «malo», y por lo tanto será normal en su comportamiento el que haga travesuras (él/ella lo entenderá como algo normal en su persona).
  • No castigar eliminando una necesidad básica del niño como comer, dormir, salir a la calle, bañarse… porque además de que afecta a su salud es un castigo imposible de ser ejecutado ( todos los días hay que salir de casa para ir al colegio).
  • Adpatar el castigo a la edad y las posibilidades del niño, y de las repercusiones que tenga su mal comportamiento.
  • Explicar de forma clara qué ha hecho mal y cómo debería hacerlo.
  • Elegir la pérdida de un privilegio como ver su programa favorito de la tele, jugar con tal juguete, sustituir una determinada prenda que le gusta mucho ( zapatillas, camiseta…) por otra…
  • Una vez que el niño/a se tranquice, comprenda lo que ha pasado y asuma el castigo debemos alabarle pues supone un gran esfuerzo para ellos, y seguir con nuestra rutina como siempre, sin recrearnos en lo que ha hecho mal.

 

Estos consejillos los podemos ir poniendo en práctica poco a poco, como padres también tenemos que habituarnos e ir aprendiendo con nuestros hijos. A mi, personalmente no me gusta mucho castigar en una habitación para que el niño/a esté solo, ni dejarlo sentado en un rincón, porque eso no hace que le niño piense en lo que ha hecho mal, solo hace que se aburra y nos diga que ya no lo va a hacer más (cosa que suele ser falsa).

Enseñar a decir «perdón» me parece esencial (sobre todo en asuntos relacionados con el castigo donde los sentimiento están a flor de piel), y la mejor manera de enseñarlo es que los padres también aprendamos a decirles «perdóname» cuando nos hallamos equivocado: esto les demostrará que todos necesitamos ser perdonados.

Le dió una torta para que aprendiese…

¿Que aprendiese a qué exactamente?, ¿a que golpear a alguien es lícito?. La mayoría de los niños que tienen TDAH, tienen el problema de que al ser hiperactivos su conducta no se adecúa a las situaciones en las que se encuentran, y esto genera una  constante regañina hacia el niño.

Tenemos a un niño castigado o reprochado casi todo el tiempo en casa, en el colegio… y desprestigiado por sus padres, maestros, compañeros… porque son difíciles de controlar y a veces tienen comportamientos molestos y/o inapropiados, y ellos mismos  saben que se portan mal pero no saben cómo pueden cambiar o lo que les pasa.

Las madres y los padres somos los que tenemos que concienciarnos a la hora de escoger e imponer castigos, sin olvidar que el castigo físico ( la bofetada, el pellizco, la colleja, un empujón o cualquier tipo de golpe) no es una buena opción por varios motivos que vamos a explicar.

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PARA EL NIÑO/A:

  • El niño siente miedo y no hará la conducta negativa cuando estemos, pero si cuando no los veamos o estén en otro círculo.
  • Genera sentimientos de rechazo, angustia y rencor hacia los padres.
  • Le hace ponerse nervioso y tener estrés, y por lo tanto aumenta su hiperactividad.
  • Afecta mucho a su autoestima y al equilibrio general, que ya de por si está afectada.
  • Aprende que él es «malo»( si sus padres lo dicen es verdad), luego el tener comportamientos disruptivos será algo normal en él.
  • Aprende que los problemas se arreglan a golpes, que la violencia es algo normal, aceptable, y el niño la usará en su entorno, incluso como respuesta a una negativa de los padres.

PARA LOS PADRES:

  • Aunque descarguemos nuestra ira es solo de forma momentánea.
  • El sentimiento de culpa es innegable.
  • Al no explicarle al niño lo que se debe hacer, no le hemos enseñado nada.
  • Demostramos nuestra inseguridad y nuestra incapacidad para controlar la situación.
  • Nos hace sentirnos ruhines y cobardes, porque pegamos a un ser indefenso.
  • Mostramos una actitud ante las situaciones y la vida negativa, y no dejamos espacio para el diálogo.
  • Nos convertimos en modelos inestables: papá y mamá son superhéroes para el niño y el que los golpeemos hace que ya no seamos un punto de apoyo fiable para ellos.

Yo siempre recomiendo a los padres cuando me dicen que no hay nada malo en golpear a un niño, a que intenten recordar cómo se sentían cuando de pequeños sus padres les pegaban… yo creo que de aprender algo bueno o positivo nada…

Cuando usamos esta actitud de manera generalizada, se crea un ambiente de malestar general, y la relación de apego padres-hijo se deteriora. Esto da pie a que muchos niños (sobre todo los TDAH) sientan que en el  fondo sus padres no los quieren porque son malos, ni sus padres ni nadie… Demoledor.

En psicología hablamos de castigo positivo, cuando ante un comportamiento inadecuado se da una respuesta repelente, y de castigo negativo cuando se elimina algún refuerzo o premio. Es siempre mucho más positivo escoge eliminar privilegios u ofrecer recompesas futuras.

Cuando a un niño se le trata a golpes o se usa el insulto o el desprecio como forma general de educar, el niño crecerá con  graves carencias afectivas y tendrá problemas de inseguridad, autoestima, falta de independencia, falta de destrezas y habilidades sociales como la negociación.

El sistema de castigo físico o psicológico es algo del pasado, obsoleto y con ningún respaldo por los profesionales, por lo que no es una premisa aceptable el que «siempre se ha hecho y nunca les ha pasado nada a los niños», o si les ha pasado pero no se ha detectado.

Cuidado con el móvil!!!

La mayoria de la pobalción española tiene ahora mismo en sus manos un móvil. Para algunos es una herramienta de trabajo, para otros es un medio de comunicación y de información, pero para otras, los más pequeños, es un juguete.

Y cuidado, un juguete altamente adiptivo: con el móvil entramos en un mundo diferente ne el que el anonimato nos protege y nos desinhibe, con el que podemos, desde hablar con un amigo, hasta hacer nuestras comparas, o jugar a millones de juegos.

Los psicólogos y expertos en la materia nos están confirmando lo que padres y educadores ya sabíamos… el móvil «engancha» a adultos y sobre todo a las mentes en construcción de niños y adolescentes: se le da la categoría de droga, y se quiere prohibir su uso en menores de 14 años ( yo incluso diría menores de 18).

Regalar a un niño un móvil es un error en toda regla, y más aún  con conexión a internet… ¿ dejaría a su hijo/a solo en mitad de una gran ciudad? pues eso hacemos al dejarles usar internet, los dejamos en medio de un mundo de adultos, solos.

Esto es algo sumamente atrayente para ellos, y para un niño con TDAH una fuente de estímulos y de refugio de la realidad, para hacer amigos con facilidad sin tener que mostrarnos como somos, y creando un mundo ideal en el que los problemas cotidianos no existen ( vamos un opiaceo…).

Los TDAH, con los problemas de atención y concentración que ya poseen no necesitan fuentes de distracción adicionales, y a veces, al recomendar a los padres que el móvil «desaparezca» surgen dudas y miedos como » mi hijo no va a poder relacionarse…», » lo van a excluir del grupo…». Una buena solución es que usen el móvil bajo nuestra supervisión o que usen el móvil de los padres y así podremos controlar cuánto tiempo lo usan y qué hacen con él ( no se debería superar los 30 minutos diarios).

¿Violaremos su intimidad de esa manera?Si es por su bien, sí, claro que sí. Los padres tenemos que saber dónde están, con quién, en qué páginas de internet entran… y lo que hacen.

El móvil usado con mesura es un instrumento que nos facilita la vida, pero su uso por niños, en numerosos casos, es nefasto: cuando no pueden tenerlo el niño padece lo que se le suele llamar «mono», y nadie quiere que su hijo/a pase por esa situación jamás.

Les dejo una intervención clara y contundente que resume el daño que hace el uso del móvil, en boca del juez de menores de Granada, Emilio Calatayud…¡ Impresionante!

Mi hija no quiere ir al cole…. El sistema maltratador.

La semana pasada les comenté el problema que hay en la clase de hija, y como muchos ya se habrán imaginado mi niña ( casi con cuatro añitos) no quiere ir al colegio, ni trabajar en clase… aunque con otra maestra o en casa hace, por voluntad propia toda clase de tareas escolares, ella sola y a buen ritmo.

Lo malo es que no es esta una expcepción, sino que la mayoría de aulas de pirmaria y secunadaria son así, son eso, una batalla campal entre dos bandos: maestro- alumnos, son la salvaguarda de que los alumnos son más y más ruidosos, así que ganan siempre…. que el adulto responsable de la clase los deje.

¿Qué pasa en los centros escolares?, ¿qué les pasa a nuestros niñ@s?, ¿cómo van a aprender en estas condiciones?… pues eso ocurre, que no aprenden nada y lo peor es que pierden el deseo por aprender, en una edad en la que por naturaleza el niño ansía aprenderlo y conocerlo todo.

Hablamos de fracaso escolar, de niños traviesos, de profesores desmotivados, de muchos alumnos/as por clase…. ¿Quién/en es entonces el que fracasa?los niños desde luego no (aunque algunos piensen que si, que son seres abominables que solo molestan a los adultos), el niñ@ es el último eslabón de la larga cadena que es el sistema educativo, y es el más débil: lo primero porque son NIÑOS, no son maestros, pedagogos, psicólogos técnicos y  no saben nada sobre el aprendizaje o lo que es educar; lo segundo es que son personas en formación totalmente dependientes de los adultos, luego si un niñ@ fracasa en el ámbito educativo, su fracaso no ha sido originado por él mismo, sino por algún eslabón del sistema, y lo digo recordando las palabras de un gran profesor.

Si a un alumno que no tiene ninguna dificultad específica le cuesta hoy en día sentirse motivado por ir al colegio y por aprender, imagínense a un niñ@ con TDAH que es sumamente sensible a las interferencias en su entorno, y que necesita un ambiente de calma, orden y tranquilidad para poder trabajar.

Un colegio o un instituto no se puede convertir en un lugar de sufrimiento para un niñ@, y la educación debe adaptarse por medio del maestro o profesor a las necesidades de los alumnos, porque el objetivo no debe ser dar un temario de 13 temas en los días lectivos correspondientes, es que esos alumn@s lo aprendan. Ya sé que eso es difícil, pero es que educar lo es, y mucho.

Los docentes se quejan de sus alumnos y estos de sus profesores, y aunque esto siempre ha ocurrido, parece que hoy es mucho más común. Si en clase tenemos alumn@s difíciles tendremos que abordar el problema y demostrar en esos momentos que somos profesionales… enseñar a un niño obediente y que está auto- motivado por la labor no tiene ningún mérito.

Para poder tener una escuela inclusiva, donde todo el mundo quepa, donde todos seamos personas, y no grupos, necesitamos que los alumnos vuelvan a sentir el deseo de aprender y de colaborar en clase, y que los alumnos/as con dificultades específicas del aprendizaje ( dislexia, discalculia, disortografia, falta de atención o TDAH), puedan conseguir sus objetivos…. tan solo a veces con pequeñas adaptaciones del curriculo que modifique la forma de aprender ( no el contenido).

La verdad es que es doloroso para los que nos importan los niñ@s y la juventud en general, ver tantos casos de abandono escolar, problemas de motivación, miedos y fobias relacionadas con el ámbito académico, problemas de autoestima y de enfermedades de tipo somático… ¿qué estamos haciendo con los niños?La verdad no lo se.

Impulsivo si, maleducado no.

Hace un par de días recibí una nota para asistir a una tutoria conjunta en el colegio de mi hija, porque la maestra quería comentarnos la evolución de la clase. Yo ya sabía por referencias de mi niña que la cosa no iba muy bien porque los niños en general que acuden a esa clase son «muy malotes» (según palabras de mi peque).

Lo que me sorprendió fue la actitud y los comentarios que tanto los padres ( bueno de las madres porque papás solo había tres) como  la maestra, hacían en relación al problema del comportamiento de los niñ@s; una madre afirmaba » que no sabía cómo castigar a su hijo cuando se portaba mal», otros que «cuando el niño se enfadaba por algo se lo daban para que se callara», o que si quería ver la tele toda la tarde lo dejaban porque «no era algo tan malo».

La maestra se quejaba de que ciertos comportamientos deben «venir aprendidos de casa», y nos comentaba que «ella no es la madre o el padre de ninguno de sus alumnos», cosa que no ayuda porque si en la clase hay malos comportamientos es la maestra,en colaboración con los padres, la que lo tiene que solucionar, sino la clase será un caos.

La verdad es que no entiendo ni a unos ni a otros…¿qué nos está pasando a los adultos?, ¿Qué modelos de referencia estamos siguiendo?. Cuando uno se encuentra de pronto con la situación de ser padre y no es experto en educación echa mano de los recursos y los conocimientos disponibles, y sobre todo del SENTIDO COMÚN.

Los niñ@s no nacen con una personalidad establecida, poco a poco se va a ir formando en base a la carga genética de cada uno, del entorno en el que vivamos, de como actuamos con ellos, de que tan buen modelo a seguir seamos para ellos. Su manera de ser y de actuar estará condicionada por nostros mismos ( somos modelos, héroes y heroinas) y por el tipo de educación que les ofrezcamos, y si un niñ@ con 4 años no sigue las normas, tiene frecuentes pataletas, no tiene respeto por la autoridad y hace lo que se le antoja es porque sus padres no lo están haciendo bien. Ya se que son palabras duras pero es la cruda realidad. Hay que ser consciente de este hecho para poder  mejorar y cambiarlo: !!si con 4 años nos cuesta controlarle, imagínense con 15!!.

Está claro que los niñ@s con TDAH, si padecen el subtipo combinado o el hiperactivo, tienen el problema de la hiperactividad, pero no el de la mala educación. Será normal en ellos la anticipación o la impetuosidad a la hora de hablar o de relacionarse con los demás, o que hablen en exceso cuando deben estar callados, o que interrumpan constantemente para llamar nuestra atención… o sean más traviesos. Lo que no es aceptable en ningún niñ@, tenga TDAH o no, es que usen el insulto como medio normal de expresión, intenten hacer daño intencionadamente al resto de personas, les divierta reirse de los demás o monten un espectáculo en público o en privado cada vez que le digamos «no».

Educar hoy en día es muy dificil, es cansado y muchas veces frustrante, pero es nuestra labor y obligación como padres, desde pequeños, ofrecer una educación basada en valores, en premiar el esfuerzo, basada en el respeto mútuo, la comprensión y en el cariño, en el apego… y si no sabemos lo que tenemos que hacer debemos pedir ayuda. Tenemos que ofrecer una edución de la que de mayores no se tengan que lamentar nuestros niños, ni necesiten ayuda psicológica en su adultez.

Un TDAH  necesita más ayuda extra por nuestra parte porque suelen ser más difíciles de controlar, pero en general con la ayuda necesaria y la medicación oportuna (si se necesita), se puede lograrr. Educarlos en inteligencia emocional será muy positivos para ellos y para nosotros, y mejorará y reforzará la relación padres- hijos.

Educar siempre es necesario porque ningún niñ@ nace sabiendo cómo debe comportarse, lo que está bien o mal. Nuestros niños no «nos salen buenos o malos» los modelamos nosotros según nuestro propio criterio.

Tiene TDAH…¿es bueno que repita?

Esta semana he leido un artículo que hacía referencia a unos estudios que se han realizado sobre el beneficio o perjuicio que tiene sobre los alumnos/as con TDAH repetir curso.

Los resultados han demostrado que no es beneficiso porque parece ser que las notas y el rendimiento disminuyen, así que se aconseja a los profesores y maestros  que los dejen pasar curso. También se ofrece información sobre lo nocivo que es expulsar de clase a un niño/a TDAH, y se afirma que «si a los alumnos con TDAH se les expulsa de clase tienen muchísimas posibilidades de caer en drogodependencias».

Así de rotundo y generalizador se presentaba este artículo a mi entender; estamos todos de acuerdo que suspender o que te expulsen de clase es una experiencia negativa para cualquier persona y que a ninguno nos ha hecho felices, pero si creo que todos hemos aprendido algo positivo sobre estas experiencias.

Y es que todos los niños/as con TDAH no son iguales, ni tienen las mismas dificultades, ni se comportan igual… hay tantos casos diferentes como personas, asi que generalizar de esta manera no me parece muy adecuado, además ya se está presuponiendo que los alumnos/as TDAH tienen malas notas y se comportan mal… y eso no es cierto.

El repetir curso o no,  debe ser una cuestión tratada de modo particular dependiendo del caso, pues habrá niños/as que mejoren ,además notablemente, al repetir curso( a veces simplemete por tener un nivel de desarrollo mayor con respecto al año anterior, o por estar en contacto con otros compañeros nuevos que aún no le han puesto ninguna etiqueta).

Según mi experencia, repetir curso causa mayor temor a los padres que a los propios alumnos, y la gran mayoría consigue mejorar en el curso que repiten, a nivel académico y personal.

Repetir un curso no es nada «malo» ni ha de traumatizar a nadie,ese debería ser el punto de vista de todos al explicarlo al alumno, porque próximo saldrán porquesi un año las cosas no han salido bien el próximo saldrán mejor, solo tenemos que esforzarnos un poco más. Desde mi punto de vista, repetir es algo positivo si les enseñamos a nuestros alumnos/as que es una oportunidad para mejorar, estar con gente nueva, empezar todo desde cero y obtener mejores resultados. Hay que enseñarles a enfrertarse al fracaso ya que es algo tan normal en la vida como el respirar, es algo que convive con todos nosotros desde que nacemos, y que por naturaleza aprendemos a superar. Fracaso y éxito van juntos de la mano y para obtener el segundo necesitamos del primero.

En cuanto a la técnica del tiempo fuera si es cierto que solo debe usarse en momentos en los que el comportamiento del alumno/a sea muy disruptivo, pero siempre habrá que hacerlo de acuerdo con la edad del niño y sin sobrepasar los 10 minutos.

A mi particularmente no me gusta hacerlo así, prefiero preguntar primero para ver qué es lo que ocurre, y si está muy nervioso/a pedirle que haga algún pequeño recado como llevar algún mensaje, ir a cerrar la puerta, pedir folios o bolis. En los casos de TDAH con hiperactividad el movimiento es vital para ellos y el simple hecho de cambiar la rutina por otra más novedosa y movida hace que su comportamiento se regule.

En definitiva, todo es bueno o malo según lo enfoquemos, según el filtro que usemos y me parece mejor opción siempre enseñar desde el esfuerzo, la comprensión, la esperanza y el optimismo que desde el miedo al fracaso y al  futuro.Claro que hay que repetir: ellos son capaces de hacerlo siempre mucho mejor y como suelo decir, una mala tarde la tiene cualquiera.